
Christopher Logue escribió el poema Come to the edge. Un diálogo entre un maestro y sus alumnos.
- Come to the edge.
- We might fall.
- Come to the edge.
- It's too high!
- COME TO THE EDGE!
And they came,
And he pushed,
And they flew
Una rápida traducción sería algo así:
- Acérquense hasta el borde.
- Podríamos caernos.
- Acérquense hasta el borde.
- ¡Estamos demasiado alto!
- ACÉRQUENSE HASTA EL BORDE.
Y ellos se acercaron.
Y él los empujó.
Y ellos volaron.
Ahora hagamos el siguiente ejercicio. En lugar de Apollinaire, el maestro, coloquen a Christopher Nolan. Y digamos que los alumnos somos nosotros. Cada uno de nosotros que nos sentamos frente a una pantalla de cine. Cualquier cine en cualquier lugar es válido. Es más, cada uno de nosotros frente a un televisor. Un monitor. Entonces nos acercamos a ver El origen (Inception). Y todas nuestras defensas mentales se disparan. No quieren ceder. Y nos decimos, no quiero acercarme al abismo, al borde. Y allí frente a la insistencia, nos acercamos. Nos empujan. Y gracias a Nolan, a las buenas historias, a nosotros, volamos.
Nolan dirige pero antes escribe esta historia. Luego filma la historia que antes escribió. Después edita lo que previamente escribió y filmó. Esta en todo trabalenguas, en todo este proceso. La “hace” a la película unas tres veces. Mínimo. Eso lo convierte en titiritero que maneja los hilos de sus títeres casi a la perfección. Aunque, pero, siempre queda alguno hilo suelto. Somos humanos. Tiene un equipo. Su hermano, colaborador de escritura. Su esposa, produce algunas de sus películas. Y en diferentes áreas hay otros que se repiten. Editores, músicos, actores. Tiene un grupo de confianza de trabajo. Y eso en pantalla se ve. Dentro de la complejidad, armonía.
Varios cortos. Doodlebug, uno de la primera época. Recomendable. Siete películas en doce años. Desde Following a Inception. Tiene ideas originales, pasa por remakes, se anima a personajes importantes. A todas les imprime un estilo. Siempre en el cine del inglés tenemos un protagonista masculino afligido. Por algo, por alguien. O por ambas. ¿Será Nolan? ¿O me van a decir que el Batman de Nolan no es un tipo triste, dolido? ¿Y el de Memento? Pero un hombre de verdad busca una salida redentora. Sus protagonistas lo hacen. Y Nolan lo hace a través de cada película.
¿Cuántas veces nos hemos despertado sintiéndonos caer en nuestra camas y dando una pequeña patada? Volvemos del sueño a la realidad. ¿O de la realidad al sueño? Inception, realidad y sueño. Sueño dentro del sueño. La realidad y sus límites. Al igual que la concepción del tiempo. La arquitectura nos es pautada. Y dentro de esos márgenes pautados, explicados a lo largo de la historia, transcurre la pena de Cobb, el protagonista afligido. Y aquí me quedo. De mi parte solo insistir en verla. Sentirla. No una sino dos. Las veces que quieran. Porque las buenas películas se dejan ver siempre. Y esta, es una buena.
Para seguirla
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