Llegué hace unos diez minutos a casa. Me acomodé en la computadora y en la red de redes sociales, corría como una triste cascada, solitaria y sola, la nuncadeseada noticia sobre el Flaco. Allí mi catarata interior comenzó a correr, triste, solitario y solo. En un instante recordé un tema de él que tarareo a veces. Una versión de ese tema lo hizo Catupecu Machu, quizás lo tengo más escuchado por ellos, pero quise escuchar su fina, elegante, dulce, solitaria y sola voz. Y allí lo comencé a escuchar solitario y solo, y allí a los segundos, sin dejar que terminar de sonar lo compartí en mi perfil en la red de redes sociales. Y allí, otros, solitarios y solos, frente a sus computadoras, tarareando tristes este "hasta luego", empezaron una catarata de corazones que se abrían y compartíamos nuestros tarareos. Nuestras soledades se reunían al fuego eterno de Spinetta. Allá, acá, siempre sonará como suena ahora mientras escribo estas palabritas sueltas que me saltan a borbotones, igual que el llanto de mi amigo Carlos cuando hace minutitos hablé con él, igual que el recuerdo de verlo con mi hermana de un costadito en un boliche perdido en Montevideo.
Gracias por tanto. Chau Flaco.
Segui viviendo sin tu amor - Luis Alberto Spinetta
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