Antes nada, después todo. Oktubre de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota

Desde la tapa anuncia. Clama. Avisa. La revolución esta presente. Es el disco más emblemático del rock en español de los últimos treinta años. Sin discusión, sin encuesta de por medio. Para cualquiera que escuche rock, en inglés o en español, este disco es un deber. Son apenas nueve temas pero en ellas se encuentra la esencia de un momento de la historia. Nuestra historia lector. Sin discusión o encuesta de por medio.

Oktubre tiene en tapa tricolor con el anarquismo presente en la K y todavía con la B dada vuelta. El rojo y negro revolucionario están. El blanco o medio gris en una masa - populacho a lo Antonio Berni en Manifestación. Quién haya ido a la Facultad de Sociales en la UBA lo habrá visto alguna vez. La masa viene en busca del "cambio" por las malas. A derrocar al Rey, al Dictador, al puto ese que nos atosiga, nos degrada, que no nos deja ser. (Puto en definición de Molotov)

No sé cuantas veces lo escuché. Estoy seguro que algunos muchas veces más que yo, infinidad de veces más. De pendejo estaba con otros oidos, los entendí y disfrute de grande. Una vez lo estaba escuchando y me sincere diciendo: este disco esta muy bueno. Demasiado.

Los fuegos artificiales se utilizan en ocasiones especiales. A veces para conmemorar, otras para celebrar. Son una versión linda de la pólvora, de la pólvora que también es guerra. El poder de fuego que cambio la historia. Así, con fuegos coloridos, estruendosos, festivos, guerreros comienza Oktubre.

Todo es siniestro y oscuro a lo largo del disco. Una vez, le hice el amor, a un Drácula con tacones es un comienzo fiero para Preso en mi ciudad. Y así el enigma se repetira en las letras de unos tipos que buceaban el bajo fondo de La Plata.

Año 85 graban el disco y sale en el 86. Ya paso un rato pero tiene vigencia igual que el gol del Diego a los ingleses. En la segunda ese saxo de Música para pastillas me parte la cabeza. Y las sutiles reminiscencias a la guerra fría siguen apareciendo. Las flacas soviéticas austeras, esas pibas de flequillo que bailaban y agitaban sus caderas en esa época y lo hacen en esta, cocinaban la cabeza del Indio y compañía y ahora cocinan las nuestras. ¿Qué es estar muy Shangai?

Semen Up arranca con un Skay Beilinson que marca la marcha de la masa. ¿Qué sera ese que sé yo que tiene Oktubre? Es violento y tiene un algo de desconocido que atrae. Eso desconocido lo encuentro en sus letras, su vocalista, su under. Y en otras tantas cosas que no estoy capacitado para explicar pero que si las siento. Así como así la cosa se pone más rockera, en un plan agitador de masas revolucionarias. La patita encara más furiosa y la cosa pasa a algo más descontrolado. Enérgica Divina Tv Führer.

De la nada a la gloria, me voy. Leit motiv de Motor Psico. Esta es mi segunda en preferencia de este disco. Me gusta esa guitarrita rítmica mientras canta Solari. Ambas se conjugan y realmente con las cortinas bajas en un día soleado, te menea el esqueleto sola. Y si te encuentra en algún sombrío sótano, que te encuentre beodo y con una chica. Éxito asegurado!

Lo que se dice habitualmente, es que esta canción trae consigo el pogo más grande del mundo y según amigos de primera mano, no virtuales facebookeros, es algo realmente alarmante pasar por JIJIJI en un recital de los Redondos. Andi me dijo que el clima de violencia dura y cruda reinante lo asusto en algo pero la inconsciencia de saber que ese momento sería único e irrepetible le hizo pelar remera y agitar como nunca lo había hecho en su vida. Y me dijo así el otro día: "Cuando el pelado dice, VA, VA, VA, el mundo literalmente no existía". Terminó extenuado, transpirado hasta el último lugar de su feliz cuerpo.

Volvemos al estado Motor Psico. Acordarte un párrafo anterior. La mina, el bailoteo tranquilo. Naufragando en mares espaciales, eternamente nos trae una bamboleante Canción para Naufragios. Y luego un cierre a todo candombe como diría el ya citado Andi. Canción profética de estos tiempos, de los anteriores, y de los que vendrán. Ya nadie va a escuchar tu remera es de rápido consumo, efímero, no con el reloj en un bolsillo como en antaño o en la muñeca ochentosa a lo Marty McFly, no señor. El peor reloj de todos, el de nuestra cabeza. Tic, tac. Y los Redondos lo sintetizaron en unos minutitos.

Oktubre, antes nada, después todo. Es una forma de marcar la real dimensión de este disco. Antes no es que nada hubiese, pero de verdad que estos tipos lo hicieron carne al rock. Y el después todo, viene a cuento que luego de ellos aparecieron por suerte otros rocanroles, aunque quizás ninguno tan demoledor. La merca es un polvo que esta por encima de todo el disco. Están los ochenta recién salidos de la dictadura también. Las cadenas rotas, el pelo más largo, un aire de libertad pero no ese aire de los sesenta. En el disco esta presente un mundo bipolar de buenos y malos, de rusos y americanos, de un mundo que todo el tiempo te están mirando, un mundo paranoico. Con un Chernobyl a la vuelta de la esquina. Es un disco que marca a una forma de hacer música y más allá o más acá, es el mejor disco de la historia del rock de Argentina. Sin discusión o encuesta de por medio.